viernes, 3 de septiembre de 2010

Una que me paso en clase (hacer política 4)

Os voy a contar una anécdota que le gusta mucho a un amigo y que muchos de vosotros ya habéis oido y otros recordareis porque me sucedió en el cole hace unos años.
Un día, en clase de Historia, estaba explicando el tema de la independencia de América. Bolívar, Sucre, San Martí, Artigues, toda la galería de libertadores. Todo muy académico, aséptico y presuntamente objetivo, ya que los "echados" al fin y akl cabo eran los tatarabuelos de los tatarabuelos. Pues bien, al acabar, pregunté si había dudas y una alumna ecuatoriana levantó la mano. Lepregunté que era lo que no entendía y me dijo que todo pero que faltaba algo. Eso sí que no, pensé yo, ¿dónde va esta a decirme a mí, licenciado en Historia, que falta algo? Me alcé sobre mi pedestal académico y le dije que adelante, dispuesto a machacarla con mi sapiencia. "Faltamos nosotros" me soltó. Bofetada memorable. De pronto me voy ante mi propia incoherencia, a ambos lados del Atlántico hay personas, y ellos tenían otra visión de todo aquello, una visión tan buena y necesaria como la mía. Creo que reaccioné bien porque admití mi falta de visión (nada menos que del 50%) y desde entonces procuro no caer en ella. La mirada del otro, la llaman, una mirada imprescindible para el tema de lo que tratan estos textos: la política. Imprescindible para no caer en el dogmatismo, ni en la inflexibilidad que, a veces, parece ser inseparable del poder. Hay que conocer y entender lo que piensan otros, lo cual no significa compartir. Se debe conocer el nazismo y entenderlo (cuidado con la palabra,) pero nunca compartirlo, menos justificarlo, y por supuesto combatrirlo y se combate mejor preparado contra él que sin preparación.
Vuelvo al origen de estos textos, la política ha de ser diálogo permanente con los ciudadanos y ciudadanas, para compartir o no, y para convencer desde la solidez del argumento, alguien dijo una vez que no hay nada más saludable que el placer de convencerse de que lo que dice el otro es lo mejor. Y vuelvo a reiterar, una de las diferencias entre la izquierda que necesita la política y la derecha que no la necesita.

Un saludo para todos y para todas

1 comentario:

  1. Ostres Luismi, desconeixia l'anècdota (no sóc jo l'amic... ahhaha!).
    Realment la empatia ja és difícil. La empatia història no s'aprèn a la Facultat i és tot un plaer aprendre-la amb els alumnes. Que un erudit com tu ho faci obre la porta a l'esperança, a la normalitat.
    De totes maneres, i és que ens coneixem fa molts anys (Pantera de Yuandé, l'amo de la porteria), mai has estat una persona tancada en banda i sí oberta a aprendre dels altres. Potser per això sempre t'he admirat amb discrecció (fins ara) i estic orgullós de conèixer-te. Els teus alumnes són afortutnats... (i això, també és història i un 50% que també val la pena compartir).

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